La Gala comenzó cerca de las 22 y se extendió por más de dos horas. Al comenzar, Rial repitió el slogan que dice "Ya conocías a los personajes, ahora conocé a las personas" para explicar la índole del nuevo programa. "Yo, al igual que el resto del equipo del programa no sabemos qué puede pasar con los famosos y el monstruo -dijo Rial en referencia al fenómeno Gran Hermano- Acá hay historias que incluso desconozco yo, que quiero conocer a los personajes como personas comunes". Para alojar los nuevos participantes la producción realizó algunos cambios. Los habitantes gozarán de un jacuzzi climatizado al aire libre, un sauna con paredes vidriadas y un baño con ducha escocesa, además de nueva decoración y muebles. Habrá nuevamente un teléfono que sonará con noticias para los participantes y un cambio en la reglamentación al nominar. Esta vez los jugadores podrán autonominarse dos veces. La tercera vez que lo hagan, serán sancionadon. Además, Rial aclaró que la presencia de Gran Hermano estará más restringida que otras veces y que habrá que solicitar una cita con anticipado para hablar con él. Más allá de la explicación de estas modificaciones, el resto de la gala estuvo dedicada a presentar a cada uno de los catorce participantes y hacerlos ingresar a la casa. Quizás sabiendo que no todos los concursantes son fácilmente reconocibles sólo por su nombre -aún cuando supuestamente cumplen con los requisitos para ser considerados "famosos"- el ciclo decidió ir revelando las identidades de los catorce nuevos habitantes de la casa uno por uno. La primera en entrar fue Amalia Granata, la modelo de 26 años que saltó a la fama por, supuestamente, pasar una noche con el cantante inglés Robbie Williams. Locuaz, la modelo no dejó de hablar al entrar a la casa por más que estaba sola. Un signo inequívoco de que sabía que esas imágenes estaban siendo transmitidas a todo el país. Luego entraron el humorista Pachu Peña, la cantante Lissa Vera y el conductor Hernán Caire. La periodista y panelista Mariana Otero dio la nota con su humor y personalidad, tirándose al piso frente a los fotógrafos antes de entrar. Después, desfiló Nino Dolce, el "chef erótico" de la señal de cable Playboy TV que en broma prometió donar el premio para la Fundación "Felices los Niños"; la modelo Dolores Moreno; el boxeador Jorge "Locomotora" Castro y la modelo brasileña Jacqueline Dutra, quien se excusó antes de ingresar por hablar en "portuñol". Los últimos en entrar fueron el cantante Pablo Tamagnini; la actriz Fernanda Neil; el hijo no reconocido de Carlos Saúl Menem, Carlos Nair Meza ("famoso por contagio", según lo definió Rial) y Luis Vadalá, el ex marido de Moria Casán. Conocedor de la trastienda de la televisión, Rial se apuró a aclarar que no había ningún "bozal legal" sobre Vadalá, en referencia a los dichos de Casán de que su ex no puede nombrarla por un convenio judicial. En una grabación se lo pudo ver a Vadalá decir que quería contar su parte de la historia. "Gran Hermano les les da la bienvenida, la casa es suya", les dijo la omnipresente voz cuando todos habían ingresado. Algunos minutos después -pasada la medianoche- Rial volvió a ingresar a la casa por medio del televisor y saludó a los participantes. Con galas los viernes y domingos Gran Hermano famosos durará menos que la última versión, aunque todos los días -salvo el miércoles- habrá resúmenes y debates a las 23. Los primeros números del rating "minuto a minuto" que circularon extraoficialmente confirmaron que los televidentes siguen enganchados al reality, ya que en muchos momentos el ciclo levantó más de 35 puntos.